Experience · State comodi

Participación en el stage o residencia para jóvenes artistas de ámbito europeo, que tuvo lugar en la ciudad de Montescaglioso.

En este taller de jóvenes artistas procedentes de Finlandia, Eslovenia, Eslovaquia, Hungría, Italia, Polonia, Portugal y España, debíamos interactuar con el territorio y sus habitantes, para más tarde elaborar un proyecto artístico en el confluyeran la multiculturalidad y los lenguajes innovadores de los artistas allí presentes.

Para abordar este taller se hicieron varios grupos de trabajo, a los cuales se les asignó una propuesta con una temática o concepto concreto: «Euroasia», «Monte Decathlon», «No perdi Tiempo», «Serip Factory» y «Sign Up«. Este último sería mi proyecto.

Comenzamos realizando una investigación y análisis de campo, mediante la observación, recogida de material gráfico, conversaciones y entrevistas con los habitantes del lugar. Tras la fase de investigación, mientras desglosábamos el material obtenido, comenzamos a observar que existían parámetros que se repetían a pesar que el equipo lo integraramos personas con distintas culturas, percibimos que aquellos aspectos del día a día que para los habitantes de Montescaglioso eran habituales y nada fuera de lo normal, eran comportamientos que reflejaban la propia identidad de la población.

Establecimos un relación entre la historia local del lugar y las costumbres que hasta la actualidad seguían manteniendo, un signo de identidad. «A la mayoría de sus habitantes les gustaba sacar sus sillas a la puerta de sus casas, locales o comercios, para hacer del espacio público su propio espacio, bien para realizar alguna labor comercial, o para sociabilizar con sus vecinos o simplemente contemplar el propio trasiego de las calles.»

Escogimos el objeto «la silla» como elemento conceptual para desarrollar todo el discurso narrativo y mantener un hilo conductor. A partir de ahí, seleccionamos varios puntos de la ciudad representativos como puntos de contemplación/observación, y nos convertimos en contempladores, aplicamos en este caso la técnica Shadowing (adoptamos durante un día ese punto de vista desde las sillas). Para ello, nos subdividimos y fotografiamos a modo de time-lapse, como el ojo de los ciudadanos que miran su entorno, esa aceleración del espacio – tiempo harían más evidente ese comportamiento de cotidianidad entre la contemplación y/o vouyer. Para este caso la reflexión ahondaba en esa forma de mirar socialmente, muy lejos claro está de la situación actual modificada totalmente por los medios sociales digitales.

En nuestra sociedad el mirar es algo necesario. Vivimos en una cultura basada en lo visual; nuestro órgano primario de supervivencia es el ojo, con él poseemos control de la realidad espacial y nos desenvolvemos más tranquilamente. El mirar se torna algo cotidiano, tan así es que nuestra memoria visual es la más desarrollada dentro del organismo. Es quizás en eso donde recae la necesidad del poder observar cosas distintas, y a pesar de que nuestra presencia es parte del entorno, el realizarlo en masa o en compañía facilita una observación más atenta, este ejemplo en Montecaglioso ponía de manifiesto la necesidad de mirar en la cotidianidad ajena y hacernos cómplices sin ser parte de ella, el apetito de por la visualidad, característico de la inteligencia humana.

Una vez recogido todo este material, se editó y se montó a modo de video, para rizar el rizo, decidimos hacer un celebración conjunta con los ciudadanos de Montecaglioso, publicitándose mediante carteles y panfletos la «proyección pública de sus propias imágenes públicas».

Nuestro objetivo solo fue poner de manifiesto la percepción externa de su propia identidad. Escogimos como lugar de encuentro la Plazza Raffaele Ragamato a las 21.00 un día de verano donde la gente fue invitada a traer sus propias sillas y compartir la visualización del proyecto… Durante la proyección se generó, una nebulosa de complicidad y cercanía con la gente de allí, niños, mayores, etc. era como si los hubiésemos retratado.