En este caso, fuimos invitadas a participar como «colectivo artístico» en la exposición colectiva Mujer=Vida, en un municipio de Granada llamado Cullar Vega.

En esta ocasión, comenzamos testeando y buscamos el contacto directo con los habitantes del dicho municipio, para ello realizamos unas 400 encuestas. Éstas pretendían obtener un balance objetivo de lo que los ciudadanos querían y/o necesitaba; y así fue, encontramos una dolencia y por tanto una necesidad mayor a la que nosotros inicialmente creímos tener como posible hipótesis.

A la hora de diseñar el modelo de encuesta, entre nuestros objetivos o requisitos estaba comparar los “beneficiosos” servicios que ofrece la ciudad (dentro de un marco consumista) con los que existían actualmente en dicha población. Pero como comenté anteriormente los resultados que obtuvimos de estas encuestas nos hicieron cambiar por completo nuestras pretensiones iniciales. La población de Cullar Vega no priorizó una multinacional de alimentación, ni una cadena de tiendas de ropa como Inditex o el Corte Inglés, sino que sus necesidades eran más básicas.

El cuidado del medio ambiente, el orden y el respeto en los espacios públicos o el mantenimiento de infraestructuras de un municipio que estaba en continuo crecimiento; cuestiones que en este caso, parecían no ser competencia de nadie. Así que, los culleros demandaban un mínimo de zonas verdes donde poder desarrollar actividades recreativas para niños y adultos y en consecuencia el fomento de la relación entre el vecindario. Junto a esta petición, el abanico de demandas fue bastante amplio; la creación de un Hogar del Pensionista, la finalización de las obras de la Casa de Cultura paradas hace cinco años, diversas estructuras de ocio como biblioteca, piscina e incluso la necesidad urgente por parte de una mayoría, como era que, la oferta de actividades dirigidas a jóvenes aumentase…

Tras la realización del trabajo de campo entrevistando a la ciudadanía, iteramos en la conceptualización de la idea y escogimos aquella demanda mayoritaria que resultaron de las encuestas: la solicitud de la creación de un Parque Público.

Y por tanto, siguiendo el concepto resultante de forma literal, optamos por plasmar la existencia «ficticia» de un parque, para ello escogimos algunos de los paneles informativos de la señalética urbanística de dicha población por su gran carácter gráfico y su rápida difusión. Dichas señales se intervinieron de manera real, para indicar la existencia a un «nuevo parque», sin embargo las direcciones de dichas señales te dirigían a la dirección del espacio expositivo «la sala».

Allí mi compañera y yo, hicimos público, emulando a un bando municipal, la voz de los ciudadanos, dicho bando ponía de manifiesto las necesidades de la población. En la consideración de entender la opinión y la reflexión crítica como valor fundamental, testeamos de nuevo y  junto al Bando se colocó otro modelo de cuestionario para que el espectador-protagonista pasase a ser partícipe de la obra en su totalidad.

Fue interesante conocer la interacción que se produjo cuando el alcalde de ese momento acudió a la propia inauguración del espacio expositivo, organizado por el propio ayuntamiento.